El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha anunciado una histórica inversión de $3,000 millones para modernizar la infraestructura portuaria del país y reducir las emisiones de carbono, en un esfuerzo significativo por enfrentar el cambio climático y mejorar la justicia ambiental.
Esta inversión, que forma parte de los fondos asignados por la Ley de Reducción de la Inflación de 2022, está destinada a transformar las operaciones en 55 puertos estratégicos a lo largo del país.
Durante un evento en el puerto de Baltimore, uno de los más importantes de la nación, Biden subrayó que la iniciativa no solo está dirigida a proteger el medio ambiente, sino también a impulsar el empleo. En total, se espera que esta medida apoye alrededor de 40,000 empleos sindicales bien remunerados, lo que refleja el compromiso de la administración por equilibrar el crecimiento económico y la sostenibilidad.
La electrificación de la infraestructura portuaria es un eje central de esta estrategia. Al modernizar los puertos, se reducirán tanto los costos operativos como las emisiones de gases contaminantes, lo que impactará positivamente en la salud de las comunidades cercanas y disminuirá los precios al consumidor. Los puertos de estados como Maryland, California, Nueva York y Nueva Jersey se verán beneficiados de estas subvenciones, con un enfoque especial en áreas afectadas históricamente por altos niveles de contaminación.
Un caso destacado es el Puerto de Los Ángeles, que recibirá una asignación de $411 millones. Este puerto, uno de los más transitados del mundo, juega un papel crucial en el comercio global y es también uno de los principales emisores de contaminantes. Con los nuevos fondos, se avanzará hacia la meta de tener puertos con cero emisiones, lo que será clave para mitigar los efectos del cambio climático.
Este programa es parte del “Programa de Puertos Limpios”, administrado por la Agencia de Protección Ambiental, el cual tiene como objetivo reducir las emisiones de carbono equivalentes al consumo energético de 400,000 hogares durante un año. En palabras de Biden, esta medida demuestra que es posible una economía fuerte y sostenible al mismo tiempo que se protege el medio ambiente.